Tras un 2022 tan especial interna y externamente, en el que celebramos un centenario unidos y, a la vez, experimentamos graves reveses geoestratégicos y económicos, hemos comenzado el 2023 con optimismo e incertidumbre.
Estamos pendientes de cómo evoluciona la ansiada recuperación del consumo en hostelería, pues es el principal canal donde se consume la cerveza en España y para muchas cerveceras, vital para comercializar sus productos. Según nuestras últimas cifras, el consumo en hostelería aún no se ha recuperado con respecto a niveles prepandemia: si en 2019, cerca del 70% de la cerveza se consumía fuera del hogar, en 2022 este índice se quedó por debajo del 60%. Sin embargo, la cerveza sigue siendo la bebida fría más consumida en hostelería, donde más del 90% de su consumo se da en un contexto social.
A pesar de haber mostrado resiliencia ante las incertidumbres, estas siguen ocupándonos, tanto en el plano económico como geopolítico. Aunque hayamos sido testigos de una inflación que no habíamos visto en décadas, hemos de congratularnos de que la cerveza siempre ha estado cercana al consumidor. Más allá de las cifras macroeconómicas, el poder adquisitivo y la confianza del consumidor en la economía son fundamentales para recuperar las ventas en un canal que genera gran cantidad de puestos de trabajo y valor añadido y recaudación.
Además de la situación económica, la recuperación del turismo es clave. Hemos comenzado con fuerza, pero aún estamos pendientes de comprobar cómo se va a mantener el consumo y gasto de quienes nos visitan. Si el año pasado España superó a Polonia en producción de cerveza y solo queda por detrás de Alemania en la Unión Europea, en buena medida ha sido posible por la recuperación del turismo, que se ha duplicado con respecto a 2021.
Mantener esta posición implica que contribuimos en la misma medida al impulso del empleo; somos también el segundo país en el que el sector cervecero genera más empleo, solo por detrás de Alemania. Del campo a la mesa, la cadena de valor de la cerveza tiene un gran peso social y económico.
Desde la asociación continuaremos apoyando en la internacionalización de las cerveceras españolas para abrir nuevos mercados y ampliar así su crecimiento. Seguiremos agradeciendo y reconociendo la labor de los que forman parte de alguna manera de toda la cadena de valor, y especialmente de las instituciones públicas con las que trabajamos para impulsar el crecimiento económico y social. Así, no dejaremos de mantener este espíritu de colaboración e interlocución que caracteriza a nuestra organización para demostrar que el sector cervecero es mucho más que un conjunto de cerveceras muy diversas.
En definitiva, desde Cerveceros de España continuaremos trabajando en esta senda y en el respaldo a todas y cada una de las cerveceras que operan en España, en especial con las craft, que han atravesado momentos complicados y que, en este contexto, pueden encontrar en la asociación un punto de apoyo y conexión.