Cervezas y quesos: cómo maridarlos correctamente

por | Arriaca, Extra, Maridaje

 

La gran versatilidad y variedad de esta bebida la convierten en una compañera de viaje idónea para lácteos frescos, madurados y curados de todas las nacionalidades

 

Cerveza y queso, un maridaje que enamora

Aunque suele relacionarse habitualmente con el vino, el maridaje de cerveza y queso es una de las propuestas más interesantes, versátiles y deliciosas que ofrece la gastronomía.

Hay que tener en cuenta que estos productos tienen mucho en común: se trata de dos elaboraciones fermentadas con numeroso aromas, texturas y matices que, combinadas, pueden dar lugar a una explosión de sabores.

 

Cerveza y queso, un maridaje que enamora - Loopulo

 

Pese a que el concepto de maridaje actual implica una unión de carácter gourmet, lo cierto es que el vínculo de cervezas y quesos se remonta a hace muchísimos años atrás. Prueba de ello son los monasterios de la Edad Media, donde los monjes elaboraban cervezas y quesos como base de su dieta diaria y de su economía, ya que formaban parte de los artículos que vendían.

También las familias se sustentaban de esta combinación en las granjas. No en vano, durante esos años era muy común en Inglaterra el conocido como ‘almuerzo del labrador’ (‘ploughman’s lunch’ en inglés), que consistía en una comida fría con un trozo de queso (habitualmente cheddar, stilton u otra variedad local), encurtidos, pan y mantequilla, acompañada, como no podía ser de otra manera, de una buena pinta. A sabiendas o no, la melodía de sabores era tan acertada que esta propuesta sigue sirviéndose actualmente en muchos pubs ingleses.

 

Maridaje por estilos

Y es que como hemos dicho, la gran baza que presenta la cerveza en relación al queso es sin duda la versatilidad. No solo por la enorme cantidad de variedades totalmente diferentes que existen de cerveza, sino por las igualmente numerosas subcategorías dentro de estas. Así, las posibilidades de maridaje de una IPA, no será igual a las de una American IPA, o una IPA Especial, dentro de la cual encontramos Belgian IPA, Black IPA, Brown IPA, Red IPA, Rye IPA o White IPA. Eso se traduce en un cosmos de aromas, sabores y matices que pueden casar con el igualmente infinito universo de los quesos.

Otra ventaja es que, por lo general, la cerveza no suele ser ácida (salvo, obviamente, las Sour) lo que permite disfrutar sin estridencias del sabor del queso. De igual modo, su carbonatación lleva al paladar a captar mejor cada sabor del alimento, limpiándolo para un nuevo bocado.

 

La experiencia gastronómica

No obstante, como en cualquier maridaje, gastronómico o no, no todo vale. Hay que elegir bien a las parejas para que saquen lo mejor del otro, logrando sabores que armonicen y no se solapen.

Habitualmente lo más indicado para ello es tener en cuenta el principio de intensidad-complejidad a la hora de maridar queso y cerveza. Esto significa que la unión vaya por grado de complejidad: Suaves con ligeras, medios con medias y maduros con complejas. No obstante, como suele decirse ‘quien no arriesga, no gana’, y una de las partes más divertidas de esta propuesta gourmet pasa por experimentar y dejarse llevar ya que, junto a los sabores, siempre entran en juego los momentos.

Otros aspectos más técnicos a considerar son la temperatura de servicio, tanto de la cerveza como del queso, y la presentación. Como asegura Randy Mosher en su libro Tasting Beer: «Como en cualquier experiencia gastronómica, la propia manera de colocar y presentar puede marcar la diferencia entre una experiencia ordinaria y otra extraordinaria».

También hay que tener en cuenta que, si vamos a probar varias propuestas, siempre deberemos empezar por los más suaves e ir subiendo la intensidad.

En definitiva, como apuntan desde Arriaca, una de las craft españolas que más apuesta realizan por el maridaje gastronómico:

«El objetivo perseguido en el maridaje perfecto es sencillo: poder disfrutar, alalimón, de un plato o producto y de una bebida sin perder ni un ápice de sabor en la mezcolanza de ambas. Y como es lógico, no todos los alimentos casan con cualquier cerveza».

 

Cerveza y queso, un maridaje que enamora - Loopulo

 

Quesos frescos y suaves

Los quesos como el de Burgos, la Mozzarella, el Mascarpone, el Mató o el Feta, combinan bien con cervezas como como las Witbier, Hefeweizen o Lager. No obstante, esta última debe tener carácter dentro de su variedad, y apostar por cervezas cítricas, con notas florales y un aroma a lúpulo, como la Arriaca RUBIA, que posee además un equilibrado malteado en boca y es refrescante y ligera.

Otra opción interesante para maridar estos quesos son las Lambic, ya que su acidez y toque frutal intensifican el sabor de los lácteos referidos.

 

Quesos curados y de intensidad media

Los quesos curados como el Manchego, Gouda, Cheddar o Parmesano destacan por sus sabores de intensidad media, por lo que van muy bien con cervezas lupuladas, que limpian y refrescan el paladar.

En el caso de la Arriaca IPA, se trata de una cerveza de fermentación alta con marcado carácter a lúpulo. Su complejidad, notable cuerpo y cremosidad crean una bebida perfecta para combinar con quesos fuertes, a los que aporta dinamismo y realza los sabores gracias a sus aromas cítricos, sobre todo a pomelo y mandarina, notas herbáceas, florales y matices afrutados.

Además, Arriaca IPA ha obtenido el Premio ABC a la mejor IPA española 2016 en Madrid, medalla de plata en el Dublin Craft Beer Cup 2016 y medalla de bronce en el World Beer Idol 2016 y de plata en 2020 en Praga.

Otra opción es apostar por cervezas con maltas tostadas, como la Porter o Old Ale, que irán genial con propuestas maduradas y aromáticas.

 

Cerveza y queso, un maridaje que enamora - Loopulo

 

Quesos cremosos y azules

El aroma y la untuosidad de quesos como el Camembert, el Brie o la Torta del Casar van muy bien con cervezas tipo Saison y Flanders (Red y Brown). También son interesantes las Session. Entre ellas no hay que perderse la Arriaca SESSION IPA, refrescante, ligera de alcohol y con agradables aromas a lúpulo que le valieron la medalla de oro española en los World Beer Awards 2017 en Londres, y que también va a la perfección con quesos especiados y picantes.

 

Cerveza y queso, un maridaje que enamora - Loopulo

Gorgonzola

Si se sube el nivel con propuestas como el Gorgonzola, hay que hacer lo propio con la bebida, por lo que una Barley Wine o una Arriaca IMPERIAL RUSSIAN STOUT, serían compañeras ideales. Hay que tener en cuenta, además, que esta es una cerveza negra de alta graduación, con matices torrefactos de café y chocolate negro y notas de vainilla, madera y frutos negros, que compensan el intenso sabor del queso y aportan interesantes equilibrios. También tiene premios como la medalla de oro en su categoría y el Primer Premio Absoluto sobre todas las categorías en el World Beer Idol 2017 en Praga, entre otros.

 

Roquefort, Cabrales y Stilton

Por su parte Roquefort, Cabrales, Stilton también van perfectos con las Stout intensas y tostadas.

Para quienes quieran opciones más arriesgadas y llenas de matices, una IMPERIAL RED IPA como la de Arriaca, ganadora del bronce en Barcelona Beer Challenge 202, sería ideal ya que su fuerte carácter maltoso y frutos rojos se equilibra con el sabor a lúpulo propio de las IPA. Esto la convierte en una cerveza de trago fácil, en la que sus 8,5% de alcohol pasan desapercibidos.

Lo mejor es designar el elemento principal, bien sea el queso o la cerveza, y buscarle un compañero/a ideal según sus características. A partir de ahí, a disfrutar.

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