Este logro fundamental ha sido posible gracias al youtuber estadounidense Michael Reeves
Spot, el perro robot que mea cerveza
El pasado año saltó la noticia de la comercialización de lo que se ha llamado ‘el perro robot de Boston Dynamics’. Se trata de Spot, una de las pocas máquinas dotadas de una tecnología que le permite moverse con soltura por cualquier terreno usando sus cuatro patas mecanizadas.
La creación, que parece sacada de un capítulo de Black Mirror, debe su existencia a esta empresa de robótica surgida del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). A lo largo de su trayectoria, Boston Dynamics ha logrado fama internacional por la construcción de avanzadas máquinas con gran movilidad, como Atlas, su robot humanoide; o Handle, una suerte de ‘transformer’ pensado para tareas logísticas y de almacenamiento.
Spot, un robot de 65.000€
A diferencia de sus ‘hermanos’, por ahora Spot es el primer modelo comercial de la marca, que lo vende por el módico precio de 65.000 euros. Hay que tener en cuenta que, si bien no tiene ninguna utilidad para la mayoría de las personas, el bicho robótico ha sido empleado en maniobras militares de reconocimiento por la escuela de formación de oficiales del Ejército de Tierra en Francia. En estas inspecciones formativas los cadetes experimentaban «los desafíos del mañana» como «la robotización en el campo de batalla». Lo más curioso de este uso es que actualmente los términos y condiciones de venta de Spot prohíben que se utilice «para dañar o intimidar a una persona o animal, como arma o para habilitar cualquier arma». En cualquier caso el resultado de la prueba es que, más allá de su posible efectividad, el perro robot se quedó sin batería en mitad de una prueba y los cadetes tuvieron que cargar con sus 31 kilos de peso durante el resto del ejercicio de fuego.
La modificación de Michael Reeves
Después de este fantástico historial Spot vuelve a ser noticia por otro hito en su biografía: ha conseguido mear cerveza -puede que para olvidar el desastre galo-. Este logro se debe al youtuber estadounidense Michael Reeves, propietario de uno de los modelos.
Como han mostrado en un vídeo publicado en su canal, este «transmisor de Twitch conocido por sus vídeos centrados en robótica» ha modificado el código del perro robot y le ha instalado tuberías internas. Sobre esto ha colocado un tanque de cerveza conectado al interior del aparato y cuya circulación se activa mediante sensores.
¿Qué buscaba Reeves con este prodigio de la tecnología? Conseguir que su mejor amigo robótico -y puede que en esta expresión haya que sustituir ‘mejor’ por ‘único’ y ‘robótico’ por ‘en el mundo’- sea el compañero perfecto para fiestas: un perro robot que mea cerveza. ¿Fiestas de gente a la que le gusta beber lo que mean otros? Detalles sin importancia.
Pero el ingenio no se queda solo ahí, las modificaciones realizadas por el youtuber incluyen la capacidad de miccionar cuando se detecta un vaso en el suelo, a modo de surtidor ‘sofisticado’. No obstante, esta faceta escanciadora no está muy conseguida, ya que Spot, el perro robot que mea cerveza, solo estaría acertando en un 35 % que se mea en el vaso. No sabemos si llamarán a César Millán para solucionarlo, pero seguiremos atentos a las noticias.