Aunque incluye una nutrida familia, este estilo se caracteriza por su sabor popular, suave pero con aroma y muy refrescante
La Lager es sin duda la matriarca de las cervezas. Aunque puede tener diferentes estilos, lo cierto es que de manera generalizada esta gran familia se caracteriza por su aroma suave, con matices generalmente a pan, sabor limpio y una graduación alcohólica que oscila entre 3 y 5º. Estas cervezas se definen por el tipo de levadura usada durante el proceso de fermentación.
Como explican desde Zythologia, la historia académica de las lagers comienza con las investigaciones de Emil Hansen, quien en 1908 la aisló y la llamó Saccharomyces carlsbergensis en honor a su empleador, los laboratorios de investigación de la cervecería Carlsberg. Hansen ya había aislado cuatro años antes una cepa que bautizó como Saccharomyces pastorianus y, años más tarde, Martini y Kurtzman determinaron que genéticamente ambas cepas procedían de la misma especie y dejaron como nombre el primero, que hace honor a Pasteur y no la empresa que financiaba los trabajos de Hansen. A pesar de eso se le sigue conocimiento de los dos modos.

Emil Hansen
La particularidad de esta levadura es que se establece en el fondo del contenedor durante la fermentación, a diferencia de las Ales que ascienden a la superficie. Este proceso le otorga un color muy limpio -debido a su facilidad de filtrado al quedarse las levaduras como poso-, y le dan ese característico sabor y cuerpo refrescante.
Origen de las lager
El origen de las cervezas de baja fermentación se remonta al siglo XV en Baviera. A partir de esa época se comenzó a almacenar este producto a temperaturas bajas después de su cocción, para conservarlo y consumirlo en los meses más calurosos del año. Hay que tener en cuenta que anteriormente todas las fermentaciones se llevaban a cabo a temperatura ambiente y de manera espontánea. El avance implementado llevó a los maestros cerveceros a comprobar que el frío no solo servía para conservar la cerveza, sino que también la estabilizaba al provocar que la levadura se depositara en el fondo, de ahí el sobrenombre de «baja» fermentación, como hemos apuntado, por la ubicación en el tanque.
En alemán, este método de almacenamiento en frío se denomina «Lagerung», término del que deriva finalmente Lager. La variedad comenzó a vivir su época de mayor apogeo a partir de finales del siglo XIX con la invención de los mecanismos de refrigeración industrial, que se impusieron en los mercados internacionales.
Estilos más populares de lagers
En el éxito de estas cervezas fue determinante la aparición del estilo Pilsen, que surgió en la ciudad checa de Pilsner en 1842 de la mano del cervecero bávaro Josef Groll, que desarrolló una nueva receta en esta ciudad usando malta muy clara, lúpulos locales y el agua blanda de la ciudad bohemia.

Josef Groll
En la actualidad Alemania y República Checa son los países de Europa con mayor tradición y producción de este tipo de cervezas que se producen en todo el mundo.
Además de la Pilsner, dentro de las cervezas de baja fermentación encontramos otros estilos como Dortmund, Viena, o Múnich. Las Dortmund suelen tener un aroma a lúpulo más marcado, lo que intensifica también su amargor y le confiere un color dorado amarillento. De las Vienna, destaca su característico color ámbar y su moderada intensidad con una maltosidad suave, afable, un moderado amargor y un final aun relativamente seco. Por su parte las Munich son tostadas, de sabores intensos y profundo, con notas a chocolate.
En un rango aún más intenso se sitúan las Bock, compuesta por variedades como las Maibock o Hellesbock, Doppelbock, y Eisbock. También están las Lager americanas, un estilo de cerveza que pertenece a la familia Cervezas Americanas Standard. Esta familia describe las cervezas americanas más cotidianas y comerciales, ampliamente extendidas entre el público.
Arriaca Rubia
Sea cual sea el estilo elegido, a la hora de tomar por una Lager hay que apostar siempre por aquellas hechas con ingredientes naturales y tradición cervecera.
Este es el caso de la Rubia de Arriaca, una cerveza muy equilibrada, con sabores y aromas limpios y muy refrescante. «Es una cerveza muy bebible, excelente para el verano y para momentos distendidos», apunta Jesús León, de Cervezas Arriaca.
Sus reconocibles matices se deben a estar elaborada con 100% malta, sin azúcares añadidos, ni adjuntos, ni conservantes, ni estabilizantes, ni glicerinas. «Sin nada que atente contra el proceso original de elaboración de cerveza», explican desde la cervecera.
Dentro de sus reconocimientos, Arriaca Rubia obtuvo medalla de oro en el Nordic Beer Challenge 2016 en Copenhague, medalla de oro en el Brussels Beer Challenge 2016, ganadora española en los World Beer Awards 2017 en Londres y medalla de plata en el Barcelona Beer Challenge 2017 y de nuevo en el 2018.
Arriaca Centeno
Otra Lager con carácter es Arriaca Centeno, una cerveza especial de estilo Rye India Pale Lager. Su particular sabor se debe a su alto porcentaje de malta de centeno y levadura de fondo, que resulta ideal para comidas especiadas, frutos secos, quesos y patés.
Su palmarés también dice mucho de su calidad. Arriaca Centeno ha obtenido medalla de oro en el Barcelona Beer Challenge 2016, de nuevo oro en el 2018, plata en 2019 y bronce en 2020, el Primer Premio en la Feria Internacional Thielmann Craft Beer Madrid 2014, medalla de plata en el Nordic Beer Challenge 2016 en Copenhague y medalla de bronce en el World Beer Idol 2016 y de nuevo en 2020 en Praga.
[sin_anuncios_b30]