Estas cervezas combinadas con limón oriundas de Múnich son una opción perfecta para estos meses por su sabor refrescante y su bajo contenido alcohólico
Franz Xaver Kugler, el hombre que inventó las Radlermaß
Una de las cosas que más nos gustan en Loopulo es desmontar mitos. ‘Verdades’ asumidas que no corresponden con la realidad, al menos no al 100%.
En el ámbito cervecero hay muchos, algunos de los cuales versan sobre las variedades concretas, como en el caso de las Radler, esas cervezas mezcladas con limón. Si se trata de aclarar diferentes puntos, tendríamos que recordar que no solo son para el verano -aunque es verdad que su sabor refrescante apetece más en los meses estivales-, que no la beben únicamente las mujeres, o que están muy lejos de ser un invento reciente.
Lo cierto es que la historia de esta bebida se remonta a hace casi un siglo, en Alemania. En esta época Franz Xaver Kugler, un trabajador de ferrocarril reconvertido a tabernero, decidió abrir sus propio biergärten en el pueblo de Deisenhofen, Múnich, al que llamó Kugler Alm.
Durante estos años posteriores a la I Guerra Mundial la población recuperó la afición por el ciclismo, y el establecimiento de Kugler, ubicado entre carriles de circulación de bicicleta, se encontraba en una situación privilegiada.
En este contexto coincidió que un sábado de junio de 1922 se congregaron numerosos ciclistas en Kugler Alm, lo que pilló desprevenido al tabernero, que temía quedarse sin existencia de cerveza para atender a la ingente clientela. Por eso se le ocurrió combinar sus cervezas con zumo de limón. Con esto no solo aumentó el volumen, sino que agradó a los ciclistas con una novedad deliciosa y refrescante.
El enorme éxito obtenido con sus cervezas con limón convirtió a Kugler en el padre de esta mezcla, a la que bautizó como Radlermaß, una fusión entre ‘radler’, es decir ciclista, y maß, que es como se conoce a las jarras de litro típicas bávaras, donde se sirve la cerveza.
Poco a poco la popularidad de estas birras con limón se fue extendiendo, primero al resto de Múnich y posteriormente saltando las barreras alemanas y llegando a todo el mundo.
7 curiosidades sobre la cerveza Radler
Y para conocer un poco más sobre esta propuesta, compartimos algunas curiosidades que probablemente no sabíais:
1. En la zona norte de Alemania, esta cerveza se conoce como Alsterwasser, que significa ‘agua del Alster’, el pequeño río afluente del Elba que atraviesa Hamburgo. Mientras que en Baviera la Radler se suele asociar con el ciclismo al aire libre, incluyendo incluso en su etiquetas a estos deportistas, la Alsterwasser suele evocar imágenes del mar y los deportes de navegación como la vela.
2. No es lo mismo que las Shandy. Aunque actualmente en muchos sitios también se conoce así a estas cervezas con limón, lo cierto es que en sus orígenes una Shandy era una mezcla de cerveza y cerveza de jengibre. Su procedencia es británica y se le atribuía su invención al mismísimo Enrique VIII. En los últimos años la Shandy también se mezcla con otros refrescos.
3. La cerveza Radler no llegó oficialmente a España hasta 2013, hasta entonces lo más habitual era que la gente pidiera una clara -o clara con limón porque esta mezcla también se hacía con gaseosa-, una ‘pica’ en el País Vasco, una ‘lejía’ concretamente en Guipúzcoa y ‘champú’ en Cataluña.
4. Por norma general, la composición de las Radler es de 60% de cerveza y 40% de zumo de limón.
5. En un principio la combinación siempre se realizaba con lager, pero actualmente también se emplean otras variedades de cerveza, e incluso sin alcohol, pero siempre indicando en el nombre esta variación específica.
6. El BJCP – Beer Judge Certification Program las incluye en el estilo Fruit Beer especificando que no hay que identificar la variedad de cerveza si se trata de un estilo clásico, pero siempre hay que indicar la fruta empleada.
7. La Craft Radler limón de Arriaca se diferencia de las propuestas existentes en el mercado por la calidad de sus componentes, cerveza artesana y limonada con zumo de limón natural, que aportan al producto final una amalgama de matices maltosos, lupulados y cítricos – en especial naranja, mandarina y sobre todo limón- tanto en sabor como en aroma, muy alejados de la artificialidad habitual en las versiones industriales de este producto.
Aunque la Radler se disfruta en cualquier momento del año, su carácter refrescante y poco alcohólico la hacen perfecta para beber ‘sin remordimientos’ durante estos meses. Y si optas por la Craft Radler limón de Arriaca, no olvides consumirla a una temperatura de entre 4 y 6 grados y maridarla con ensaladas, arroces, sushi o ceviches.