CERVEZAS ALHAMBRA, la cerveza de Granada

por | Cerveceras, Cervecerías, Cervezas

Cervezas Alhambra es hoy día una de las cerveceras más reconocidas por su calidad en todo España. Actualmente, Alhambra pertenece al grupo Mahou San Miguel, pero no siempre fue así. Como veremos a continuación, esta cerveza de Granada, Cervezas Alhambra, pasó por varias manos, antes de acabar perteneciendo a esta gran compañía.

 

 

 

Historia de Cervezas Alhambra

La cerveza Alhambra no nació en 1925 como la inmensa mayoría piensa. Granada había sido pionera en la fabricación de cerveza desde el año 1884. La cerveza en España era prácticamente desconocida por aquellos años. De la mano de 4 amigos, la primigenia Cervezas Alhambra, con fábrica en calle Jardines, tenía una capacidad de producción de 1.000 litros por proceso, el volumen de su única caldera de cocción. Disponían de cuatro variedades de cerveza: española de mesa, Baviera, inglesa pale ale y alemana. Esta primera empresa de cerveza granadina con la marca Alhambra debió tener muy poco recorrido; no había rastro de ella a los pocos años de su inauguración.

Años más tarde, en 1925, Carlos Bouvard Dürr (1884-1954), empresario francés residente en Barcelona que, como proveedor de maltas, tenía relaciones con el vitoriano Antonio Knörr y Ortiz de Urbina (Cervezas Knörr o La Esperanza, de Vitoria). Decidieron crear diversas empresas de cerveza: Turia en Valencia, Estrella de Levante en Murcia, Estrella de África en Ceuta, Industrial Cervecera Sevillana y Cerveza Granada. Pero comprobaron que la marca Cervezas Alhambra estaba libre por no renovación de licencia de sus antiguos propietarios. Y la adoptaron como propia. Por la aportación de capital, se puede decir que el fundador de Cervezas Alhambra fue Carlos Bouvard, pues según el acta fundacional, aporto 680 de las 879 acciones de la empresa.

 

 

 

1960-1980: Cervezas Damm toma el control

Para 1954, coincidiendo con la muerte del fundador Carlos Bouvard Dürr, se hizo patente que la maquinaria estaba obsoleta. Además, Cervezas Damm se había hecho cargo de la mayoría de acciones de Cervezas Alhambra. Había que cometer reformas. Fueron construidos los nuevos edificios que dan a la Avenida de Murcia y renovado el proceso de fabricación.

La empresa fabricaba en Granada, pero también distribuía las marcas del grupo. Era la época dorada de la empresa, entre 1960 y 1980 se registró su mayor expansión, hasta colocarse 5º entre las sociedades cerveceras: había multiplicado por cinco las ventas desde su fundación.

Fue el momento aprovechado por La Cruz del Campo, de Sevilla, para entrar en el accionariado. Pero Damm comenzó a dar muestras de desidia por su pequeña fábrica de Granada y Cruzcampo tampoco tuvo clara su presencia en Granada. En 1985, el consumo de cerveza y las ventas de Alhambra empezaron a dar muestras de flaqueza; la plantilla estaba envejecida y sobrecargada. Cervezas Alhambra empezaba a ver negro el horizonte.

 

 

 

1994: Crisis y anuncio de cierre

Los diez años siguientes (1985-95) no hacían nada más que presagiar crisis. El comité de empresa se dirigió a Damm y a la dirección mostrando su inquietud por el futuro, además de su preocupación por la drástica caída de ventas. Comenzaron los conflictos laborales; los litigios; las cartas de despido; las quejas sindicales y, finalmente, en 1995 se anunció el cierre inminente de la factoría. Damm y Cruzcampo abandonaron el barco de manera precipitada.

En febrero de 1995 fue presentada suspensión de pagos (que tardó diez años en ser levantada). La falta de liquidez era acuciante, aunque los activos también eran muy importantes. En el equipo directivo emergió la fuerte figura de Antonio Perera Cantero. Con un consejo de administración de brazos casi caídos, él y un pequeño grupo de trabajadores no se dejaron vencer. Se agarraban a un clavo ardiendo antes de darse por finiquitados. La deuda superaba los 114 millones de pesetas. Encontraron en el gerente provincial de Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), Miguel Ángel Serrano Aguilar, una ayuda inestimable: les gestionó un préstamo de garantía hipotecaria y ayudas del 25% para nuevas inversiones. El Estado no ayudó en nada. Se hizo un plan de empresa y un plan de jubilaciones, para el cual la Junta de Andalucía aportó 127 millones.

 

El retorno de la esperanza

Por vez primera, a comienzos de 1996 surgía la esperanza. Todos arrimaron el hombro, pero Cervezas Alhambra seguía cogida con alfileres.

Apareció José María Ruiz Mateos haciendo una de sus extravagantes ofertas. A él no le importaba la marca, solo quería especular con los terrenos, pero el ayuntamiento le dejó claro que nunca los recalificaría como edificables. Así, la operación no siguió adelante.

 

Aparece Grupo Penta

Por esos mismos días llamó una persona en nombre de un grupo de inversores extranjeros, asociados en torno al Grupo Penta (Iberian Breving Investments); detrás estaba el empresario Demetrio Martínez Juguera, en compañía de un estadounidense y un noruego. Adquirieron el 99% de las acciones de Cervezas Alhambra, con sólo un desembolso del 10%, tras la huida de los dos grandes grupos cerveceros Damm y Cruzcampo. El capital estaba fijado en 550 millones de pesetas, con lo cual se hicieron con la cervecera granadina por sólo 55 millones.

 

La salvación: Cerveza Alhambra 1925

Pero hay otro nombre propio en la historia de Cervezas Alhambra: el químico y Maestro Cervecero D. Miguel Hernainz y Bermúdez de Castro que venía trabajando en la elaboración de un nuevo producto. Ya habían conseguido la Especial, de grandísima calidad. Pero querían más.

En 1995 pusieron a la venta la cerveza Alhambra 1925. Se trataba de una cerveza especial, de fuerte graduación (mínimo 7,2 vol.), que tuvo una excelente aceptación por el público, contrariamente a lo que sus promotores habían pensado al principio. Primero fue en Granada, después ya llegaría más lejos.

La Alhambra 1925 se agotó al instante. La empresa, asombrada, sacó un anuncio en prensa diciendo que se les había agotado; no obstante, en pocas semanas habría más. Todo el mundo pensó entonces que era una estrategia publicitaria ideada por Miguel Ángel Ropero, entonces director de marketing. Pero no, no era una estrategia, es que se la habían quitado de las manos. Ahí empezó el éxito de una cerveza especial, quizás la mejor cerveza de España y parte del extranjero.

 

Alhambra Especial y Alhambra 1925 rescatan a la cervecera granadina

Entre la cerveza Alhambra Especial y la Alhambra 1925 comenzaron a arrastrar al resto de productos de la marca Cervezas Alhambra; la empresa empezaba a ver la luz. Amplió su objeto social a otros productos alimenticios (aguas Sierras de Jaén), registró las marcas en otros países. Compró Águila de Córdoba al grupo colombiano y empezó a fabricar la rubia Mezquita; adquirió la marca Cerveza de Gijón, etc. Empezaba a llegar el equilibrio. En el año 2.000, el grupo Cervezas Alhambra se situó como 5º productor nacional, con el 2,6% de cuota de mercado (por encima sólo estaban los grandes: Heineken, Mahou, Damm y Cervecera de Canarias).

Hasta que en 2007, el grupo Mahou San Miguel, una de las grandes cerveceras españolas, clavó sus ojos en Granada. Todo el mundo pensó que no buscaba la marca, sino quedarse con la cuota de mercado. Cervezas Alhambra iba a dejar su sitio a las cervezas envasadas en Madrid, ya que la envasadora de Granada era una minucia comparada con las megaenvasadoras. Pero no. Todos nos equivocamos. Mahou fue sensible con Granada y su histórica marca. No sólo han mantenido el nombre y el logo del monumento en su cerveza, sino que la ha potenciado al ponerla a su cobijo.

 

 

Las cervezas de Cervezas Alhambra

Cerveza Alhambra Tradicional

La clásica de Cervezas Alhambra ha sido elaborada con malta de cebada de primera calidad y está clasificada como Premium lager de baja fermentación. Tomando como referencia las cervezas alemanas tipo Lager Helles de la región de Baviera, se propusieron hacer una que se adaptara a las preferencias haciéndola menos amarga y con una carga de lúpulo más ligera para acercarla al paladar local. Es una cerveza artesana suave, de ligero amargor y muy refrescante al paladar, por lo que Alhambra Tradicional se convierte en la candidata perfecta para consumir ante cualquier situación. Tiene un color dorado característico y 4,6 ºC de alcohol.

Su aroma es muy fresco, combina notas suaves de fruta verde fresca como la manzana con toques florales de lúpulo y una ligera punta de cereal. Sabor equilibrado entre las notas de cereal, pan blanco, notas de fruta blanca y toques florales de lúpulo ligero. Todo bien arropado con un punto ligero de amargor y acidez.

 

Cerveza Alhambra Especial

Esta cerveza Alhambra ha sido elaborada con materias primas 100% naturales y es de entre todos los productos de la marca Alhambra el símbolo de pureza y elegancia. Cerveza Especial Lager cuidada e intensa, vestida de blanco y oro, símbolo de pureza y elegancia. Su cuidado proceso de elaboración, con materias primas 100% naturales junto con la experiencia de los maestros cerveceros hacen de Alhambra Especial una cerveza de alta calidad. Nota de cata Cerveza de baja fermentación, con cuerpo, plena de sabor y suave al paladar. Color muy característico brillante dorado. Intenso aroma inicial a malta y a lúpulo, amargo pero refrescante; con una transición suave y un sabor estimulantemente lupulizado, que permanece en la lengua pero que se diluye suavemente sin llegar a la garganta. Graduación de 5,4% Vol. Sabor suave y con cuerpo. Color dorado brillante.

 

Cerveza Alhambra Sin Alcohol

La cerveza sin alcohol de Cervezas Alhambra destaca por su sabor ligero y toques afrutados. Para el proceso de elaboración se emplean materias primas 100% naturales, algo que le proporciona gran consistencia y la hace más espumosa, haciendo que se confundan con los de una cerveza con alcohol, dejando un amplio retrogusto en el paladar. Es refrescante y tiene una graduación de alcohol inferior al 1ºC.

 

Cerveza Alhambra Negra

Es la cerveza negra del Mediterráneo. Con una graduación de 5,4%, Alhambra Negra es una lager de baja fermentación que destaca por su sabor especiado e intenso amargo de una mezcla de regaliz, café y caramelo de melaza. El distintivo principal además de su sabor es el color rojizo y la espuma esponjosa con toques cremosos.

 

Cerveza Alhambra Reserva 1925

Es el símbolo por excelencia de todas de las cervezas artesanas de Alhambra tanto en tradición, como calidad y elegancia. Elaborada de forma artesanal, esta cerveza de tipo extra lager es de baja fermentación y destaca por su sabor intenso. Es una bebida amarga, de espuma consistente y con una graduación de alcohol de 6,4ºC. Está inspirada además en las primeras cervezas de la fábrica que la cervecera tenía en Granada en 1925. Su inconfundible color dorado y su receta de ingredientes, que incorporan cereales del sur de España y agua procedente de la Sierra Nevada hacen de Alhambra Reserva 1925 una cerveza artesana única al paladar. Con un sabor profundo y exquisito y un envase exclusivo. Toda una larga experiencia cervecera para deleite de los amantes de la cerveza con Mayúsculas.

 

Cerveza Alhambra Reserva Roja

Una puerta abierta a lo inesperado. Una cerveza intensa para disfrutar sin prisa. Rica en matices y sabores, se inspira en las recetas del estilo Bock Tradicional y el estilo tradicional de las red ale consiguiendo así una especialidad de tonos rojizos y de alta graduación, con un punto extra de intensidad y llena de matices.

Una reinterpretación de la tradición centroeuropea desde el carácter único español, con un equilibrio perfecto entre la intensidad de la malta tostada de cebada y la sutileza del maíz. Llena de inesperados descubrimientos, se convierte en una cerveza gourmet, perfecta para adentrarse en el mundo del maridaje.

Cerveza de rojizo similar al cobre antiguo. Su aroma lleno de detalles nos adelanta la cantidad y calidad de matices que nos encontraremos al paladearla: cereal tostado y manzana verde envuelta en una elegante nota de alcohol que ayuda a añadir intensidad. Sabor en un primer trago intenso, dejando paso a una cerveza potente y voluptuosa, gracias a su evidente y muy agradable nota de alcohol, tras la que aparecen sabores de cereal.

 

Y para el postre... ¡también cerveza! (o cómo maridar postres y cervezas) – Loopulo

 

Alhambra Baltic Porter

Alhambra Baltic Porter es una cerveza elaborada para «ser degustada lentamente». Su graduación alcohólica, pese a su excelente equilibrio, llega a los 7.8% vol. Se han empleado en su elaboración cuatro tipos de malta de cebada y una cebada sin maltear. Los lúpulos (Nugget, Northern Brewer y Hallertau Tradition) aportan un amargor suave final que compensa el dulzor de las maltas y consigue un recuerdo en boca elegante y muy gustoso.

Es importante degustarla a una temperatura de entre 10º y 14º, para que resulte agradable pero el frío no oculte los sabores. 

 

 

Datos adicionales sobre Cervezas Alhambra

  • Creación de la sociedad: 2 de febrero de 1926
  • Construcción de Fábrica: Enero-septiembre de 1926
  • Inversión: 2.000.000 pesetas
  • Primera campaña: otoño 1926
  • Capital social inicial: 500.001 pesetas
  • Fundador: Carlos Bouvard Dürr

Presidentes

  • Agustín Riehle Falk (1926-30)
  • Carlos Bouvard Dürr (1930-54)
  • Ignacio Coll Castell (1954-66) y (1973-94)
  • María Virginia Bourgeois Chabert (viuda de Bouvard), 1966-73
  • Ramón Armadas Bosch (1994-95)
  • Demetrio Martínez Juguera (1995-2007). Desde entonces, el presidente del grupo Mahou.

Directores

  • Antonio Knörr y Ortiz de Urbina (1925-58)
  • José Diví Gres (1954-63)
  • Francisco Morales Linares (1958-73)
  • Jorge Sabater Sais (1983-92)
  • Antonio Perera Cantero (1992-2007)

Plantilla actual: Alrededor de 380 trabajadores (sin contar empleos indirectos).


Fuente: Gabriel Pozo Felguera (El independiente de Granada) y Birrapedia.

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