La mítica cervecera de Bilbao, LA SALVE, fue fundada en 1886 por José Schumann y Cordés, el hijo de un cervecero alemán.
✅ La Salve de José Schumann y Cordés
José Schumann y Cordés instaló una fábrica con la que elaborar tanto cervezas como bebidas gaseosas junto a la Ría. Originalmente, la fábrica de La Salve se ubicó en Campa de La Salve, de donde heredó su nombre. Aunque siempre mantuvo un punto de venta en la Campa, con el tiempo, trasladarían la fábrica a la calle Artasamina.
Como nos contaba en su día el director de La Salve, Eduardo Saiz Lekue, acerca de los inicios de la cervecera: «En aquella época esa primera fábrica estaba ubicada en un recodo de la ría desde donde los barcos, cuando llegaban a la ciudad, veían a la Virgen de Begoña, Patrona de la ciudad. Por eso al pasar entonaban La Salve para agradecer que habían llegado bien. Y esto mismo se repetía al partir, para que les cuidara en la travesía».
➡️ La cervecera de la familia Pérez-Yarza
A partir de 1910, La Salve ya se encuentrabra en manos de la familia Pérez-Yarza, quienes regentaban numerosos negocios en Bilbao, entre ellos el Hotel Excelsior. Pero en 1978, la cervecera de Bilbao tuvo que cerrar sus puertas. Cuarenta años después, en marzo de 2018, La Salve renace e inaugura su tercera fábrica.
➡️ Cervezas de km0
Este tercer centro de producción de cerveza es el mayor de Euskadi, y conllevó una inversión de 2 millones de euros. El ritmo de producción es de 200.000 litros de lo que ellos llaman cerveza de km0 al año, y se irá aumentando su producción paulatinamente. Estas cervezas se elaboran meticulosamente con una selección de materias primas de origen cercano.
«Fijamos un acuerdo de colaboración con Intermalta hace ya dos años y medio para que toda la cebada que utilicemos sea lo más cercana posible a nuestra ubicación, en este caso cebada de Álava», aseguraba Eduardo Saiz.
En esta nueva etapa, la cervecera bilbaína acumula numerosos premios como los de Barcelona Beer Challenge 2018, o los de World Beer Challenge de 2019 por su Sirimiri.
➡️ Mahou San Miguel
Hoy, La Salve es la segunda cervecera más antigua de España en activo. El grupo Mahou San Miguel es parte de su accionariado con un 42,7% de la cervecera de Bilbao. Esta relación con el grupo ha sido clave para reabrir la fábrica en la capital vizcaína.
Benet Fité, director general de la Unidad de Nuevos Negocios de Mahou San Miguel, destacó: “el compromiso de nuestra compañía con el desarrollo de La Salve y con el País Vasco. Estamos orgullosos de haber contribuido a que esta marca tan emblemática para los bilbaínos vuelva a tener su centro de producción en la ciudad que la vio nacer hace más de un siglo”.
Gracias a las capacidades y recursos de Mahou San Miguel, ha sido posible relanzar y reinventar la marca de Bilbao. La Salve aspira a recuperar su hueco, dentro del sector, consiguiendo el 10% de la cuota de mercado. Eduardo Saiz recordaba que «en los años 70, La Salve era la cerveza más consumida en la zona de Vizcaya y parte de Guipúzcoa, Cantabria y Álava y estaba muy enraizada con su entorno. No en vano, además de la fábrica de Bilbao, tenía una cervecera donde la gente iba a pasar el día con los amigos y la familia, llevando su propia comida o cena. Era un punto de encuentro social. Por eso a día de hoy se mantiene ese sentimiento de cariño y nostalgia de muchas personas.»
➡️ La Salve Negra
La negra fue durante años la cerveza predilecta de un público que buscaba nuevas experiencias. Por eso, la marca decidió recuperarla para que toda una generación de bilbainos que no tuvieron la ocasión de probarla, lo hicieran; y además, trajera buenos recuerdos a quienes la tenían en la memoria. Se elabora, como todas las cervezas de LA SALVE, bajo el compromiso con el entorno y la producción local.
La fórmula recuperada de los años 40 tiene 6 grados de alcohol y en palabras de su maestro cervecero Luis Cachón: “un color negro intenso que tiene su origen en las maltas y la cebada torrefactas. Es refrescante, y con un perfil en nariz y boca muy agradable y delicado».