La historia de la cervecera belga comienza en 1876, a manos de Jules Joseph Lefebvre. A día de hoy, Lefebvre pertenece a la Belgian Family Brewers.
Lefebvre, la cervecera de Quenast
Originalmente, la cervecería belga nació en el pueblo de Quenast, junto al río Senne, gracias a ello, la fábrica siempre tenía agua para abastecerse. Por aquel entonces, Lefebvre no era la única cervecería de la zona, sino que cada pueblo tenía algunas. Con el tiempo, la familia Lefebvre iría comprando todos estas cervecerías.
La idea de montar una cervecería nace a raíz de la llegada masiva de trabajadores, hace 150 años, a las canteras de Quenast. Alrededor de cuatro mil personas fueron a trabajar a la localidad belga, por lo que Jules Joseph Lefebvre pensó que sería un buen negocio saciar la sed de tal cantidad de trabajadores. Desde entonces, Lefebvre ha ido pasando generación tras generación, de padres a hijos.
Sobrevivir a la historia
Han pasado muchos años ya, desde aquellas primeras cervezas, unas birras que no superaban los 3% ABV. En la actualidad, la cervecera belga tiene un amplio portafolio con cervezas belgas como Hopus, Hopus Primeur, Barbãr, Barbãr Bok, Floreffe, Newton, Belgian Kriek (Framboises y Pêches), Moeder Overste, Saison 1900, Blanche de Bruxelles y Manneken Pils.
A lo largo de sus 144 años de historia, Lefebvre se vio azotada por los turbulentos acontecimientos ocurridos en Europa. Desde la Primera Guerra Mundial, que les obligó a desmantelar la cervecería para obtener metal con los que fabricar armas, inundaciones, e incluso sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días.
Las nuevas generaciones
En 1975, el Caballero de la Cerveza Belga, Philippe Lefebvre, quinta generación de la familia, se puso al frente de la cervecera. Unos años más tarde, su esposa, Ann se incorporará a la compañía. En 2002, les sucedió su hijo Paul Lefebvre, que aportaría nuevos proyectos. Tres años más tarde, en 2005, su hermana, Celine Lefebvre quien también es Caballero de la Cerveza Belga, así como su madre y su hermano, aportaría un enfoque más moderno a la cervecera belga. Desde 2012, ambos hermanos dirigen Lefebvre.
Celine Lefebvre, la última descendiente al cargo
La propia Celine nos hizo un tour por la cervecería mostrándonos sus nuevas instalaciones. En ellas se utilizan maquinarias de origen alemán porque, según nos contó: «para obtener una buena cerveza, debemos tener maquinarias de calidad, y en eso los alemanes son insuperables». Sus nuevas y amplias instalaciones ayudan a dar un mejor servicio. La vieja casa familiar se adherirá a la fábrica, y servirá como centro de reuniones y exposiciones.
También nos mostró su depuradora de agua, la cual podría abastecer a una ciudad entera de agua potable, que hace posible otorgar los perfiles adecuados a cada estilo de cerveza que elaboran.
Philippe se jubiló, merecidamente, el pasado 4 de octubre, por lo que brindamos por ello, por un gran trabajo realizado y tan buena cerveza. La historia de Lefebvre continúa. ¡Salud!